Description

Mais aussi avec bien d'autres moyens de transport parfois des plus surprenants... Le 1er juillet 2010, je pars de Bretagne à vélo. Arrivé au Maroc, je traverse l'océan Atlantique en voilier-stop. Je passe ensuite un an et demi en Amérique du sud. Puis d'avril 2012 à septembre 2013, je traverse l'océan Pacifique en voilier. Enfin, en mars 2014, je reprends le vélo pour rentrer en France depuis Bangkok, en suivant la route de la soie à travers la Chine et l'Asie Centrale...

Book


TELEVISION
TVEO, chaine locale de Villa-Mercedes, Argentine, interview journal du soir, lundi 9 mai 2011.

PRESS
El Otro Diaria (mensuel, Villa-Mercedes, Argentine), juin 2011.


Traduction de l'article en Espagnol réalisée par Carole Coll Ripoll :

A comienzos del mes de mayo, pasé por la ciudad de Villa Mercedes donde sus habitantes me acogieran de manera muy calurosa. Entonces me quedé allí unos días más. Dese hace más de un año, mi vida está hecha de improvistos, pues soy un viajero. Me llamo Jacques, tengo 40, soy francés y doy la vuelta al mundo, la mayoría del tiempo, en bicicleta. Me marché de Francia el 1º de julio del año pasado. Crucé España, Marruecos, hasta las Canarias  donde embarqué en un velero pequeño para cruzar el Océano Atlántico hasta Recife (Brasil). De ahí, seguí la costa hasta Salvador, luego Río de Janeiro y la Costa Verde. Antes de llegar a Buenos Aires pasé por São Paulo, Iguazú y las Misiones. Después de mi vuelta a Patagonia en bús, recuperé mi bicicleta, que estaba en la capital argentina, me fui por la rota 7 rumbo a ustedes. Fue así como después de 7000 kilométros recorridos en bici, llegué, uj día en su ciudad.
Desde niño, deseo dar una Vuelta al Mundo. De pequeño, durante mis clases de Historia, en lugar de estudiar, soñaba ya mirando las mapas, cual un prisionero planea su fuga. Crecí, me volví adulto, acabé por hacer estudios, me puse a trabajar, como toda la gente, pero sin dejar de pensar en lo que me decía a mi padre : “ La felicidad es realizar sus sueños de niño a la edad adulta”.  Entonces, el año pasado, me compré una bicicleta y me marché.
          Desde el comienzo de mi viaje, cada día voy contestando a las mismas preguntas. Hoy voy a hacer mi propia entrevista :
“¿ No te cuesta estar solito ? ¿ No tienes miedo ? ” Contesto sin vacilar a la persona quien me pregunta : “Pero ahora, ya no estoy solo ya que estoy con vos”. De hecho, viajar facilita los encuentros. Y muy rápidamente, entendí que la soledad es un sentimiento. Uno puede sentirse solo en la muchidumbre, solo en su pareja y no experimentar soledad alguna en una playa desierta, sí está bien con sí mismo. Y me gusta estar solo pensar. ¿ Y el miedo ? ¿ A qué ? Lo peor sería morir pero es nuestro sino común, entonces un poco más tarde o un poco más pronto... ¡ Qué le vamos a hacer ! Lo esencial, en el instante de su muerte ¿ no ser sería haber podido vivir sus sueños ?
“ ¿ Pero por qué viajar en bicicleta ? ¡ Es tan penoso ! ” Y la verdad es que a veces es muy difícil pero la fuerza que necesito es sobretodo de orden mental. Es pornla dificultad física como se puede alzar su alma, es como desarollar sus “buenas ondas”. Viajo en bici porque es, según yo, el mejor medio de tranporte que haya inventado el hombre. La bicicleta no es propulsada sino por la fuerza muscular. No molesta a nadia, no hace ruido, no contamina. Y sobre todo va a una velocidad perfecta para ir descubriendo un país. El coche, es demasiado rápido. Se puede cruzar un país en un día, pero que es lo que vemos ? En un viaje, lo que es interesante no es el destino sino el camino para alcanzarlo. Es en la carretera dond conozco a la gente, no en los lugares turísticos. Y la bicicleta es el mejor embajador que sea para encontrar a la gente. Muchas personas vienen hacia mí así, espontáneamente.
“ Pero ¿ Por qué viajas ? ¿ Qué buscas ? ¿ Qué te proporciona ? ” Al principio de mi viaje, se me antejaba la libertad. Y me figuraba que el viaje iba a traerme esa vida sin responsabilidades. En realidad, tras algunos meses, me di cuenta de qué la búsqueda de libertad ha sido un engaño, que la libertad absoluta no existe. Perseguir esa meta, mediante el viaje, es una huida de la realidad que siempre acaba por atraparnos. Fue entonces que di cuenta de que me esforzaba por encontrarme a mí mismo y que aquello iba estrechamente ligado a encontrar a los demás. En la vida sedentaria, el Hombre va en busca de algo que le parezca con quien pueda identificarse. Mora en su barrio y una casa a imagen y semejanza a sí. Comparte la vida de los vecinos que le parecen – y no para de proyectarse en el futuro. Sin necesidad de sentirse a salvo. Se expresa así. Al contrario, el nómada para sobrevivir, tiene que abrirse al otro. El camino hacia sí y hacia la alteridad no se encuentra sino en la necesidad. Esta busca es perpetua pues no se hace más que en el instante presente. Hay que tener mucho ánimo para buscar sí mismo las soluciones idóneas a su propia existencia sin adaptarse a modelos ya preestablecidos, y más o menos impuestos.  Pero es la única vía posible hacia la felicidad. Es en la necesidad en que se encuentra lo que uno anhela realmente. Y, en cuanto nos afanamos en buscar, siempre logramos encontrar los medios para realizar lo que queremos, dirigiendo todos nuestros esfuerzos en una única meta.“ Pero, financieramente, sale caro ¿ verdad ? ” Yo trabajé quince años antes de marcharme, ahoré y ahora puedo sentirme un poco más cómodo. Una de tres noches (es una media) duermo al sereno, otra vez me invita algún habitante a quien encontré en el camino, otra vez, pago un cuarto en una pensioncita, la más barata que haya. Eso depende mucho del clima, de la estacíon y del coste de vida de los países en que estoy. Pero desde mi marcha, encontré toda clase de viajeros. Los hay que tienen medios económicos muy escasos. ¡ Los hay que consiguen viajar tan sólo con trescientos pesos argentinos por mes ! El dinero ( la plata ) no debe ser un freno a la llamada de la lejanía. Sí que es una barrera, entre otras, que la gente no puede derrumbar, como escuchar tanto a los medios de comunicacíon. Permítanme un consejo, tiren sus televisiones, y ¡ En marcha ! No se arrepentirán de haber vivido esa experiencia. Sólo tenemos una vida y no hemos que arruinarla en vanas buscas materiales.
Hoy en día, estoy en Valparaíso. Envié mi bicicleta a Francia por correo y mi familia me la mandará por vuelta del correo cuando esté en el Sudeste de Asia. Desde Singapura, me quedarán acerca  de quince mil quilómetros por hacer hasta París. Mientras tanto, para huir del frío invernal, voy en bús o autostp hacia el norte, rumbo a Bolivia, al Perú y Ecuador. Luego, será preciso que encuentre de nuevo un barco para cruzar el Oceáno Pacífico y alcanzar Singapura. Si la continuación de mis aventuras les interesa, echen un vistazo a mi blog de vez en cuando para ver donde me encuentro : jacquesroad.blogspot.com.
 Por ahora, dejenme agradecerles su hospitalidad que recibí en Villa Mercedes y decirles “ ¡ Hasta Pronto ! ” Estoy seguro de que voy a volver un día a su ciudad porque ¡ ahora tengo amigos allá ! Y el mundo es pequeño para los viajeros.



Texte original de l'article en Français :

Au début du mois de mai, je suis passé à Villa Mercedes, où j’ai trouvé un accueil très sympathique de la part des habitants. Alors je me suis arrêté quelques jours. Depuis presque un an, ma vie est ainsi faite d’imprévus, car je suis un voyageur. Je m’appelle Jacques, j’ai 40 ans, je suis Français et je fais le tour du monde, en grande partie, à vélo. Je suis parti de France le 1er juillet dernier. J’ai traversé l’Espagne, le Maroc puis je suis sallé aux Canaries, où j’ai trouvé un petit voilier qui m’a pris en stop pour traverser l’océan Atlantique, jusqu’à Recife, au Brésil. De là, j’ai suivi la côte, jusqu’à Salvador, puis Rio de Janiero et la Costa Verde. Ensuite, je suis passé par Sao Paulo, Iguazu et les Missiones, avant de rejoindre Buenos-Aires. Après un tour de la Patagonie en bus de un mois, j’ai repris mon vélo dans la capitale argentine et, par la rota 7, je suis venu jusqu’à vous. C’est ainsi qu’après 7000 kilomètres de vélo, je suis arrivé un jour dans votre ville.

Depuis que je suis enfant, je souhaite faire un Tour du Monde. Petit, pendant mes cours d’Histoire, au lieu d’étudier, je rêvais en regardant les cartes géographiques, comme un prisonnier envisage ses plans d’évasion. Et puis j’ai grandi, j’ai fini par étudier et je me suis mis à travailler, comme tout le monde. Mais je me suis toujours souvenu de ce que me disait mon père : “ Le bonheur c’est de réaliser, à l’âge adulte, ses rêves d’enfant. “ Alors, l’an dernier, je me suis acheté un vélo et je suis parti.
Depuis que je voyage, je réponds chaque jour aux mêmes questions. Alors aujourd’hui, je vais faire ma propre interview.

“ Ce n’est pas trop dur d’être seul ? Tu n’as pas peur ? “ Je réponds systèmatiquement à la personne qui me pose cette question : “ Mais maintenant, je ne suis pas seul, puisque je je suis avec vous ! “ Effectivement, voyager seul facilite les rencontres. Et, très vite, j’ai compris que la solitude était un sentiment. On peut se sentir seul dans une foule, seul dans son couple et ne ressentir aucune solitude sur une plage déserte, si on est bien avec soi-même. Et puis j’aime être seul car cela permet de penser. Et la peur ? De quoi ? Le pire serait de mourir mais c’est notre sort à tous, alors, un peu plus tôt ou un peu plus tard… Le plus important, à l’instant de sa mort, n’est-il pas d’avoir pu vivre ses rêves ?
“ Mais pourquoi voyager à vélo ? C’est dur ! “ C’est vrai, c’est parfois difficile mais la force que cela nécessite est avant tout d’ordre mentale. Et c’est par la difficulté physique qu’on peut arriver à élever son âme, à développer ses buenas ondas. Je voyage à vélo parce que c’est pour moi le meilleur moyen de transport qu’a inventé l’Homme. La bicyclette n’est propulsée que la force musculaire. Elle ne dérange personne, ne fait pas de bruit, ne pollue pas et surtout elle va à une vitesse parfaite pour découvrir un pays. La voiture, c’est trop rapide. On peut transverser un pays dans la journée, mais que voit-t-on ? Dans un voyage ce qui est intéressant, ce n’est pas la destination mais le chemin pour y parvenir. C’est sur la route que je fais connaissance avec des gens, ce n’est pas dans les endroits touristiques. Et le vélo est le meilleur ambassadeur qui soit pour faire des rencontres. Beaucoup de personnes viennent à moi spontanément.
“ Mais pourquoi tu voyages ? Qu’est-ce que tu cherches ? Qu’est-ce que cela t’apporte? “ Au début de mon voyage, j’avais soif de liberté et je pensais que le voyage allait m’apporter cette vie sans responsabilités. En fait, après quelques mois, je me suis rendu compte que la recherche de liberté est un leurre car la liberté absolue n’existe pas. Avoir cette quête à travers le voyage est une fuite de la réalité qui finit toujours par nous rattraper. Alors j’ai compris que je cherchais avant tout à aller à la rencontre de moi-même et que cela était intimement lié au fait d’aller à la rencontre des autres. Dans la vie de sédentaire, l’Homme recherche du semblable auquel il puisse s’identifier. Il habite un quartier et une maison à son image. Il partage la vie de voisins qui lui ressemble. Et il ne cesse de se projeter dans le futur. Son besoin de sécurité s’exprime ainsi. Au contraire, le nomade, pour survivre, est obligé de s’ouvrir à l’altérité. Le chemin vers soi-même et vers l’altérité ne se trouve que dans la nécessité. Cette recherche est perpétuelle car elle ne peut se faire que dans l’instant présent. Il faut du courage pour chercher par soi-même les solution adéquates à sa propre existence, sans adhérer à des modèles préexistents, toujours plus ou moins imposés. Mais c’est la seule voie possible au bonheur. C’est dans la nécessité qu’on trouve ce qu’on souhaite réellement. Et, dès lors, quand on se donne la peine de chercher, on finit toujours par trouver les moyens de réaliser ce qu’on veut faire, en focalisant tous ces effort sur un seul but bien défini.
“ Mais financièrement, ça coûte cher ! Non ? “ Tout dépend comment on voyage. Moi, j’ai travaillé une quinzaine d’années avant de partir, alors j’ai économisé et maintenant je peux avoir un petit peu de confort. En moyenne, sur trois nuits, je dors une fois en camping sauvage sous ma tente, une autre fois, je suis invité chez un habitant rencontré sur mon chemin, et une autre, je m’offre une chambre dans une petite pension, la moins cher que je trouve. Cela dépend aussi beaucoup du climat, de la saison et du coût des pays où je suis. Mais, depuis mon départ, j’ai rencontré toutes sortes de voyageurs. Certains ont des moyens financiers très limités. J’en connais qui arrivent à voyager en ne dépensant que 300 pesos argentins par mois ! L’argent ne doit pas être un frein au désir de prendre la route. C’est une barrière, parmis d’autres, que les gens se mettent à force d’écouter ce que leur disent les médias. Alors, un conseil, jetez vos téléviseurs et prenez la route ! Vous ne regreterez jamais d’avoir vécu cette expérience. On a qu’une vie et le plus important est de ne pas passer à côté, et surtout ne ne pas la consacrer à de vaines quêtes matérielles.
Aujourd’hui, je suis à Valparaiso. J’ai renvoyé mon vélo en France par la poste et ma famille me le renverra quand je serai en Asie du Sud-Est. Depuis Singapour, il me restera alors environs 15000 kilomètres à faire pour rentrer à Paris. En attendant, pour échapper au froid hivernal, je vais remonter en bus ou en auto-stop vers le nord, en direction de la Bolivie, du Pérou et de l’Equateur. Et puis il faudra, à nouveau, que je trouve un bateau pour traverser l’océan Pacifique et atteindre Singapour. Si la suite de mes aventures vous intéressent, allez jeter un oeil sur mon blog, de temps en temps, pour voir où j’en suis : jacquesroad.blogspot.com.
Pour l’instant, laissez moi vous remercier de l’hospitalité que j’ai reçu à Villa Mercedes et vous dire : “ A bientôt “. Je suis sûre de revenir un jour dans votre ville car j’y ai maintenant des amis ! Et le monde est tout petit pour les voyageurs. Buenas ondas a todos !